por Inés Moisset
Entre los años 70 y 90, el arquitecto José Ignacio Díaz, transforma la fisonomía de la ciudad de Córdoba con sus edificios de vivienda en altura. Conocido por todos como “el Togo”, con su empresa Díaz y Lozada desarrolla creativamente la actividad de la arquitectura inmobiliaria, dotándola de un enorme sentido de responsabilidad con la ciudad.